viernes, 11 de marzo de 2011

Toy conestao

 Pornostar dijo:
-          -Tas ay?

Tu madre dijo:
-         - Si guevon si toy conestao

Pornostar dijo:
-         - Uy marika K dijo tu viejo?

Tu madre dijo:
-         - K me manda pal colejio militar

Pornostar dijo:
-         - xD

Tu madre dijo:
-         - no te rias guevon k  ese marika me manda :P

Pornostar dijo:
-         - te ban a cojer de cantimplora

Tu madre dijo:
-         - LOL

Pornostar dijo:
-         - Osea que fiesta pailas

Tu madre dijo:
-         - Pailander marika asta ay llego la fiesta 

Pornostar dijo:
-         - Bueno paula pa mi tonces

Tu madre dijo:
-         - Mucho hp xD

Pornostar dijo:
-         - Pa K se rajo marica?

Tu madre dijo:
-         - Y ati como te fue guevon?

Pornostar dijo:
-          -El mejor de la klase

Tu madre dijo:
-         - Si ya marika

Pornostar dijo:
-         - Asta me ba a komprar la moto ;)

Tu madre dijo:
-         - Dos marika

Pornostar dijo:
-         - LOL el viejo no sabe

Tu madre dijo:
-         - No sabe K?

Pornostar dijo:
-         - K me kage las notas marika

Tu madre dijo:
-         - Kual perdiste gevon?

Pornostar dijo:
-         - Pregunta kual gane xD

Tu madre dijo:
-         - Bueno marika kual ganaste?

Pornostar dijo:
-         - Namas kasteyano marika

Tu madre dijo:
-         - WTF!!!

jueves, 20 de enero de 2011

El juicio al leñador


- Cuéntenos señor Leñador, con sus propias palabras, los hechos del día 25 del pasado mes. Le recuerdo que se encuentra usted bajo juramento.
- Verá, me había ido para el trabajo cuando me di cuenta que me había dejado una de mis hachas en la habitación.
- ¿Tiene usted hachas en su dormitorio?
- Verá, a mi mujer le .... excitan las hachas. Le encanta gritar: “Fueeeeeera abaaaaajo” mientras... Es decir, le.. le gustaba.
- Comprendo, comprendo. Continúe por favor.
- Regresé por mi hacha y cuando iba a entrar en el dormitorio escuché que ella hablaba por el celular con otro hombre.
- ¿Y de qué hablaban?
- El tipo hablaba muy alto, podía escucharse todo lo que hablaba con mi mujer. decía que le hablaron muy bien de ella, que le habían contado que era una experta en gente con gustos particulares y que quería pasar un par de horas en su compañía.
- ¿Qué contestó su mujer a todo eso?
- Contestó que los gustos particulares eran más caros, pero que estaba libre por la tarde. El hombre dijo algo que yo no alcancé a entender y ella colgó.
Fue entonces cuando entré en la habitación asustándola mucho pues ella me hacía ya en el trabajo. Le pregunté si comíamos juntos esa tarde, dije que pensaba cogerme el día libre. Ella respondió que por la tarde pensaba ir a casa de su abuelita que la había llamado y al parecer estaba muy enferma.
Dije que estaba bien, que fuese donde su abuela y la saludase de mi parte.... Pero no me creí nada.
- ¿Qué hizo entonces?
- Lo que haría cualquiera en mi lugar: seguirla. La vi tomar el camino del bosque con una cesta y me fuí tras ella a una distancia prudencial... Tan prudencial que le perdí el rastro. Estuve intentando reencontrarla durante una hora, hasta que di con una cabaña ruinosa. Me asomé por la ventana y allí estaba ella.
- ¿Y que hacía?
- Se había puesto una caperuza roja y azotaba en el culo a un lobo travestido. De su cesta sacaba bolas chinas, consoladores, látigos y toda clase de juguetes sexuales que “aplicaba” en el lobo con profesionalidad. Ella gritaba: “¿Te gusta abuelita?”. El lobo aullaba de placer y respondía : “He sido una abuelita mala, castígame”.
- ¿Qué pasó después?
- Agarré mi hacha, entré violentamente en la habitación... Y lo demás lo tengo borroso. Cuando reaccioné estaba en un calabozo, con la ropa manchada de sangre.
- Es todo señor Leñador. Señor juez, creo que este caso está clarísimo. No tengo más preguntas.

sábado, 1 de enero de 2011

Como darle una pastilla a un gato

Todo un clásico de internet que me encontré hoy por casualidad en un foro de pirateo que tuve hace como cuatro años y que visité buscando un viejo archivo. Lo copio tal cuál y disculpen que no cite la fuente original porque la ignoro:

Tome el gato y acúnelo con su brazo izquierdo como si estuviera sosteniendo a un bebé. Coloque los dedos índice y pulgar de su mano izquierda para aplicar una suave presión sobre las mejillas del minino, mientras sostiene la píldora con la derecha. Cuando el gato abra la boca, arroje la píldora dentro. Permítale cerrar la boca a los efectos de que el gato la trague.


Coja la píldora del suelo y saque al gato de detrás del sofá. Acune al gato en su brazo izquierdo y repita el proceso.



Traiga al gato desde el escritorio y tire la píldora baboseada a la basura



Coja una nueva pastilla de la caja, acune al gato en su brazo izquierdo, manteniendo las patas traseras firmemente sujetas con su mano izquierda. Fuerce la apertura de la mandíbula y empuje la pastilla dentro de la boca del animal con su dedo medio. Mantenga la boca del gato cerrada y cuente hasta 10.



Saque la píldora de la pecera, y al gato de encima del armario. Llame a su esposa, que está en el jardín, para que le ayude.



Arrodíllese en el suelo con el gato firmemente sujeto entre sus rodillas. Mantenga sus patas traseras y delanteras quietas. Ignore los gruñidos que el gato emite. Pídale a su esposa que sostenga la cabeza del gato con una mano, mientras le abre la boca con una regla de madera. Eche la pastilla dentro y frote vigorosamente la garganta del gato.



Traiga al gato de la lámpara de la cocina. Coja otra píldora de la caja. Recuerde comprar una nueva regla y encargar unas cortinas nuevas. Barra cuidadosamente los trozos de figuras de porcelana y póngalos aparte para pegarlos luego.



Envuelva al gato en una toalla grande y pídale a su esposa que lo mantenga estirado, sólo con la cabeza visible. Ponga la pastilla en una pajita de refresco. Abra la boca del gato con un lápiz. Ponga un extremo de la pajita en la boca del gato y el otro en la suya propia. Sople.



Lea el prospecto de la caja para asegurarse que la pastilla que se acaba de tragar no es dañina para seres humanos. Beba un vaso de agua para recuperar el sentido del gusto. Aplique apósitos en los brazos de su esposa y limpie la sangre de la alfombra con agua fría y jabón.



Traiga al gato del tejado del vecino. Tome otra píldora. Ponga al gato en el armario y cierre la puerta sobre su cuello, dejando sólo la cabeza fuera del mismo. Fuerce la apertura de la boca con una cuchara de postre. Arroje la pastilla dentro de la boca del gato con una goma elástica.



Vaya al garaje a buscar un destornillador para volver a colocar la puerta del armario en sus bisagras. Aplíquese compresas frías en sus mejillas y verifique cuándo fue su última dosis de antitetánica.



Llame a los bomberos para bajar al gato del árbol que hay en la calle de enfrente. Discúlpese con su vecino, que se acaba de estrellar tratando de escapar de su gato furioso.



Tome la última píldora de la caja. Ate las patas delanteras del gato junto con las traseras con una cuerda. Atelo firmemente a la pata de la mesa de la cocina. Busque guantes de trabajo pesado. Mantenga la boca del gato abierta con una pequeña palanca. Póngale la pastilla en la boca seguida de un trozo de carne. Mantenga la cabeza vertical y vierta medio litro de agua a través de la garganta del gato, para que trague la píldora.



Haga que su esposa lo lleve a urgencias. Siéntese tranquilo mientras el doctor le venda los dedos y la frente y le saca la píldora del ojo. En el camino de vuelta a casa, deténgase un momento en la tienda de muebles para comprar una nueva mesa.



Por último, arregle con una inmobiliaria la compra de una nueva casa, y llame al veterinario, para averiguar si tiene algún hámster para vender.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Tam-tam-tam


Tam-tam-tam
-Maldito tarado...
Fueron las primeras palabras que dije ese día. Siete de la mañana y él ya estaba sentado en el porche tocando su tambor. De forma monótona, sin el más mínimo sentido del ritmo. Cómo si inconscientemente buscase tocarle los cojones al vecindario.
Aquel mocoso y su madre habían llegado unos seis meses antes acabando con mi amado silencio.
El silencio era muy importante para mí. En diez años de matrimonio no me planteé jamás tener hijos (aunque mi mujer me lo suplicó en más de una ocasión) porque no estaba dispuesto a dejar que el llanto de un crío acabase con mi tranquilidad.
Con el tiempo mi mujer dejó de insistir. No quería traer un niño a recibir golpes por perturbar mi silencio... A ella le sucedió un par de veces.
Tam-tam-tam
-Puto crío.
-Déjalo en paz. ¿No ves que es mongolito?
Ese era el atenuante que mi mujer esgrimía siempre a favor del chico del tambor: Que era “mongolito”.
Yo no estaba seguro de que fuese síndrome de down lo que aquejaba a aquel desdichado, no presentaba las características propias de ese mal. Algún handicap mental tenía con seguridad. Pero creo que no era ese.
Se decía que había sido un niño normal hasta que su padre murió atropellado ante sus ojos (aunque tal vez eran sólo cuentos de las chismosas del barrio). Desde ese día (siempre según las cotillas) tocaba incesantemente aquel tambor, regalo de su padre.
Alguna vez su madre desesperada se lo quitó provocándole un espantoso ataque. La madre soportó sólo unos segundos de gritos y convulsiones antes de rendirse y devolverle el tambor. Después de eso empezó a hacer oídos sordos al incesante “tam-tam-tam” y a los reclamos de los vecinos.
A mi me importaba una mierda si era retrasado o no. Estaba harto del puñetero tambor y me juré a mi mismo que si al volver del trabajo el cabroncete estaba en el porche, le quitaría el maldito instrumento y lo echaría a la basura. Por mí le podía dar un ataque o darle veinte.
Tam-tam-tam
Me fui a la ducha cagándome en mi suerte, en los mongólicos y en el gilipollas que inventó el tambor.
Cuando salí a buscar el coche para irme a trabajar lo ví sentado como siempre, en el porche. Con la mirada perdida mientras movía con torpeza una única baqueta.
Tam-tam-tam
Estuve a punto de ir en ese instante y quitarle el mugroso trasto de una vez por todas pero decidí irme a trabajar.
-Ya ajustaremos cuentas tú y yo- Amenacé en voz muy baja.
Aquel día se me hizo eterna la jornada en la oficina. Estaba ansioso por volver a casa y acabar de una vez por todas con el maldito problema del tambor. Aquel raro día parecía ser el comienzo de una nueva era de silencio.
Cuando regresé a casa el crío no estaba en su porche. Según me comentaron (sin yo preguntar) las cotillas del barrio, su madre lo había llevado al médico. Al neurólogo según una, al psiquiatra según otras...
-Al veterinario- me dije mentalmente.
Aquellos momentos de silencio no eran frecuentes en mi hogar desde que aquel subnormal se había mudado al lado, así que subí a la buhardilla a hacer una de las cosas que más me relajaba: Limpiar mi pistola.
Cuando mi vieja arma ya estaba perfectamente limpia empezó de nuevo la tortura.
Tam-tam-tam
Miré por la ventana y lo ví sentado en el porche en la misma posición de siempre.
Aún me preguntó porque no metí la pistola en el cajón. La guardé en el bolsillo de mi chaqueta distraidamente y bajé las escaleras gruñendo.
Me planté frente a él y grité:
-¡Dame el puto tambor!
Tam-tam-tam
Aquel desesperante golpeteo fué toda la respuesta que obtuve del maldito mocoso. Ni siquiera me miró.
-¡Que me des el jodido tambor!
Tam-tam-tam
Se lo intenté arrebatar y resultó más complicado de lo que yo creía. Abrazó su posesión con todas sus fuerzas y forcejeó conmigo dando gritos espantosos.
Me di cuenta de que las cortinas de las casas cercanas se abrían levemente dejando entrever cabezas curiosas. En ese momento no me importaban los vecinos, seguí forcejeando con el maldito niño que no se de dónde había sacado tantas fuerzas.
Estaba a punto de salirme con la mía cuando en un rápido movimiento hincó sus dientes en mi mano hasta hacerla sangrar.
-Cabrón hijo de...
El disparo nos sorprendió a ambos. El me miraba con asombro sin saber exactamente que sucedía. Yo miraba con igual asombro mi reflejo en la ventana: La pistola humeante, la sangre en mi camisa...
Sin soltar el arma me giré para darme cuenta de que las cabezas habían desaparecido y las cortinas habían vuelto a su sitio. La policía llegó sorprendentemente rápido y me detuvo con brutalidad. Yo no sentí nada.
De eso hace ya algún tiempo. No se exactamente cuánto. Mi estadía en prisión ha pasado como una extraña película de la que no acabo de enterarme a pesar de que soy el protagonista.
Los otros presos me insultan y me amenazan de muerte. Los guardias me han golpeado en más de una ocasión exigiéndome que pare. Me gustaría complacerlos, de verdad... pero no puedo. Es mi castigo. Mi verdadera condena.
Paso el día y la noche golpeando incesantemente cualquier cosa que pueda usar como improvisado tambor...
Tam-tam-tam

sábado, 20 de noviembre de 2010

Los tres discutidores


¡Domingo! Al fin un día de descanso. Un día sin duras presiones laborales como mantener un ojo en el ordenador y otro en el jefe para que no se de cuenta de que estás viendo porno.
El domingo es un día genial, es el día en que dejamos de pensar en facturas e hipotecas y nos reunimos para hablar de temas de verdad; Cosas de hombres, verdaderos asuntos trascendentales. Estoy seguro de que García Márquez se inspiró en el Borja, Javi y yo cuando mencionó en aquel libro infumable del colegio a los tres discutidores.
Como solía ser normal en aquellas tertulias, el primer tema a tratar fue la estrategia militar:
-¿Quién creen que ganaría un combate entre el auto fantástico y una tortuga ninja?
La discusión se prometía dura y encarnizada.
Es en esas ocasiones en las que alguien inicia el día con un tema tan complejo, cuando más se nota nuestro carácter intelectual. No logramos llegar a una conclusión, pero seguro podríamos resolver alguna otra polémica de igual importancia.
Uno a uno íbamos sacando a colación algunos de los temas que desde siempre habían intrigado a la humanidad:
-Si Superman lleva calzones encima de las mallas ¿Creen que lleva otros debajo?
-¿Si el pato Donald nunca lleva calzones porqué cuando sale del baño se cubre con una toalla?
En medio de la algarabía de la charla alguien aprovecha para buscar una página cochina en internet. Pude haber sido yo, no lo niego, pero entre tanta cerveza no podría asegurar nada. La página en cuestión hace que de repente la discusión pase a tratar el siempre complicado mundo de la química:
-¿La silicona es un elemento de la tabla periódica?
Borja decía que no, Javi asegura que sí e incluso aventuró que estaba junto al hidrógeno. Yo llegué a la conclusión de que la que se ponían las viejas en las tetas no, pero la que venden en la ferretería sí.
Los otros se suscribieron a mi conclusión y brindamos por la unificación de criterios, pero la mención de tetas nos hizo perder el hilo de nuestros profundos pensamientos y por primera vez en todo el día nos vimos obligados a mantener un embelesado y babeante silencio.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Dientes y bichos



La sonrisa de Roberto era lo que había conquistado el corazón de Karla. Por eso se alegró tanto al verlo ahí, sonriente, esperándola con los brazos abiertos, viendo como ella bajaba del avión.
Corrió hacia él en cámara lenta, como en una mala película romántica. Él también corría hacia ella cegando a todos con su sonrisa de supernova.
Cuando estuvieron a pocos centímetros el uno del otro Karla observó con espanto como la boca de Roberto se abría horriblemente, como si intentase devorarla de un bocado. Pero lo que más le había asustado era ver la parte de atrás de sus dientes, verdosos, putrefactos, llenos de extrañas cosas nauseabundas que no sabría como describir.

Karla despertó asustada y empezó a beber como una posesa de un vaso de agua que tenía sobre la mesilla. De repente recordó que Roberto había bebido de esa misma agua y escupió asqueada dejando al mismo tiempo caer el recipiente de oportuno plástico.
-¿Pero tú eres tonta?
Se dijo a si misma mientras intentaba calmar el redoble de su corazón. Se repitió a si misma que solo había sido una estúpida pesadilla y se volvió a acostar.
A su lado Roberto dormía plácidamente ajeno a todo. Karla intentaba conciliar el sueño pero la escasa luz que entraba de la calle le permitía distinguir la boca entreabierta de su marido y no podía dejar de pensar en aquella pesadilla.
Encendió la luz de la mesa de noche y sacó un libro: El principito. Empezó a buscar la página donde se había quedado y recordó de repente algo que había leído ahí:
-“Lo verdaderamente importante es invisible a los ojos”
Supuso que Exupèry no se refería a eso, pero buscó una linterna y se acercó a la boca de Roberto. Éste se despertó asustado al sentirse observado y a punto estuvo de darle un codazo en la cara.
-¿Qué demonios haces mujer?
-Nada, es que me pareció que se te había metido un bicho en la boca.
La improvisación de Karla hizo que Roberto saltara asqueado de la cama, esta vez el codo si le dió de pleno en el rostro. Roberto corrió al baño y vomitó.
Karla intentó traquilizarlo pero Roberto que no entendía razones la hizo acompañarlo en pijama a urgencias.La recepcionista del ambulatorio se rió con ganas de la pareja y les dijo que cuando atendiesen los casos mas graves los vería un médico.
Después de esperar casi cinco horas se regresaron a casa no sin cierta resistencia de Roberto.

Treinta y dos. Karla las había contado y fueron treinta y dos las veces que Roberto se lavó los dientes ese día. Estuvo a punto de contarle la verdad pero no se atrevió. Decidió que era mejor sacarle provecho a la situación y se ofreció a ayudarlo a limpiarse para poder verle los dientes y tranquilizarse ella misma, pero Roberto se negó en redondo.
Todo el día Karla estuvo intentando mirar en la boca de Roberto con disimulo, pero este, que no le quitaba el ojo, al sentirse observado corría al baño gritando como un loco:
-¿Tengo otro verdad?

La situación continuó así durante seis días, Karla buscaba la manera de mirar lo “invisible a los ojos” mientras Roberto se hacía radiografías buscando bichos.
Aquella última vez que se vieron, Roberto venía muy enfadado de ver al médico que se había negado a autorizar una costosa tomografía axial computarizada, el último recurso que Roberto había encontrado en internet para buscar su bicho (Robertito como lo llamaban burlonamente los del trabajo que sabían la historia).
Karla por su parte venía de comprarse instrumental odontológico decidida a acabar con sus temores de una vez por todas. Camino a casa Roberto se dijo a si mismo que debía dejar sus temores de una vez. Este asunto del bicho lo estaba distanciando de su mujer... La pobre no hacía más que mirarle la boca.
Al llegar decidió hacer algo que no hacía desde quién sabe cuándo. Se acercó a su mujer y la abrazó decidido a darle un beso. Cuando Karla vio aquella boca que se acercaba le dió una patada en los testículos al propietario y corrió. Corrió hasta desaparecer de la vista y de la vida de Roberto.
Cuando Roberto se recuperó del golpe, le dijo a la ya lejana karla, como si ella aún pudiese oírlo:
-Pero amor, lo del bicho fue hace una semana...

sábado, 16 de octubre de 2010

Cosas muy viejas.

Se me dan mal los títulos. Lo sé y no hago nada para remediarlo. Pero igual me he divertido mirando cosas.

La primera fotografía: En realidad, no es la primera. Pero si la más antigua que se conserva. Fué tomada por Niépce, quien junto a Daguerre posee la paternidad de la fotografía. Es una imagen de la vista desde una ventana y necesitó ocho horas de exposición.


Vista desde la ventana en le Gras (1826)-






Primera foto en la que sale una persona: Esta fotografía de Daguerre, de una calle en París, necesitó diez minutos de exposición. Por eso sólo sale este individuo anónimo al que le estaban lustrando las botas. Fué la única persona en esa calle que se estuvo quieto el tiempo necesario para pasar a la posteridad.


Boulevard du Temple (1839):



Primera fotografía de un rostro humano: Autorretrato de Roberto Cornelio. Otro de los precursores de la fotografía (1839).




Primera fotografía en color: No me pregunten qué diablos es eso. La saqué de wikipedia.

Tartan ribbon (1861)-



Primera imagen digital: Cuando aún no existían las cámaras digitales, Russell Kirsch logró la primera imagen digitalizada, utilizando como soporte cinta de cassette y con un tamaño de 176x176 pixels. El niño es su hijo Walden de tres meses en aquella época.

Primera foto escaneada digitalmente (1957)-




Y hasta aquí llego con las fotos viejas. Quería incluir algunos autocromos (me parecen hermosos). Pero me hice un lío con fechas, autores y lugares; EN otr ocasión y con más calma.

Paso ahora al mundo sonoro. Todos sabemos, supongo, que el fonógrafo lo inventó Thomas Edison y que él fue el primero en grabar y posteriormente reproducir sonidos. Lo que no todos sabíamos es que diecisiete años antes ya alguien había logrado grabar sonidos, sólo que no tenía manera de reproducirlos. El método es sospechosamente parecido al que posteriormente usase Edison.
En 1860, Édouard-Leon Scott de Martinville logró registrar sonidos en un rollo de papel ahumado (descripción chapucera, sorry); Una versión rudimentaria de lo que luego haría Edison con cilindros de parafina. Hasta 2008 esos sonidos no pudieron ser rescatados dándole a Scott de martinville un lugar en la historia.
Casi no puede reconocerse, pero es "Au clair de la lune".

"Au clair de la lune" (1860)-




Luego apareció Edison que si logró reproducir los sonidos y grabó lo que por mucho tiempo se consideró la primera grabación de sonido: Mary tenía un corderito.

"Mary had a little lamb" (1877)-







Este que viene a continuación no es tan antiguo como los otros registros sonoros, pero es interesante. Se trata de Alessandro Moreschi, el último castratti. La verdad es que a mi no me parece que cante como me imaginaba yo a un Farinelli. Pero lo cierto es que al pobre lo castraron cuando ya esa moda había muerto y no recibió el entrenamiento de los grandes del género.

Ave Maria (1904?)-





Quería empezar la última parte de mi artículo con la primera película en celuloide. Pero antes de llegar a los Lumiére tuvimos que averiguar cómo corrían los caballos.
En 1878 Eadweard Muybridge intentaba averiguar si al correr los cabellos en algún momento dejaban las cuatro patas suspendidas en el aire. Así empezó el cine, con un montón de fotos de un caballo corriendo delante de unas sábanas.

Horse motion (1878)-




La imagen en movimiento más antigua que podría considerarse cine dura sólo dos segundos y fue grabada por Lois le Prince.

Round Hay garden scene (1888)-



Unas cuantas grabaciones de los pioneros del cine (De Edison no hallé más antiguas pero las hay, creo).


Lumiéres- "La Sortie de l'Usine Lumière à Lyon" (1895)-




Edison- "Bicycle trick riding" (1899)-




Aunque ya se habían incluido algunos efectos sonoros en películas, la primera con diálogos hablados fué "El cantante de jazz".

"The jazz singer" (1927)-




Esto podría considerarse el primer dibujo animado:

"Humorous Phases Of Funny Faces" (1906)-

domingo, 10 de octubre de 2010

Efecto 3D con GIMP

En realidad este tutorial tiene el mismo fallo que otros que he hecho para Gnu/Linux: No es exactamente un tutorial linux.
Existe versión para windows (y mac) del programa de manipulación de imágenes GIMP. Así que esto le serviría a cualquiera.
Ultimamente veo hasta en la sopa imágenes .gif que crean una pequeña ilusión de efecto 3D. Como esta:


En este caso usaron dos fotos prácticamente iguales donde sólo hay un pequeño cambio de perspectiva.Simplemente utilizas cada foto como fotograma y como cambian muy rápido crean la ilusión de tridimensionalidad.
Cuando lo haces con una sola imagen el efecto no es tan logrado, pero con un poco de práctica puede mejorarse mucho.
En internet encontrarás muchos tutoriales sobre este efecto. Pero son para adobe photoshop.
Como la idea es hacerlo en nuestro sistema del pingüino, vamos a utilizar gimp.
Si tienes un entorno gnome el gimp viene por defecto en tu sistema. Si usas kde... pues no me acuerdo.
En la web gimp.org.es encontrarás mucha información sobre este programa y el link de descarga adecuado para tu sistema operativo en esta sección.
Si usas ubuntu o una distro basada en debian (O en la propia ubuntu), puedes instalarlo desde synaptic o teclear en una terminal:

sudo aptitude install gimp

Si ya tienes el programa lo que necesitas es una imagen para trabajar. Para que el efecto sea convincente es mejor usar una imagen en la que unos elementos se "muevan" al cambiar la perspectiva y otro permanezca estático. Como la idea es mostrar el efecto partiendo de una sola foto, yo he utilizado esta icónica imagen:





Sí, ya se que mil veces he dicho que no creo en naves extraterrestres con enanos grises. Pero el programa era chévere y la imagen es un clásico.
No voy a dar muchos detalles en realidad, porque cada imagen es distinta y requiere "trucos" distintos. Sólo daré pautas muy básicas. Después de todo, si te gustara que te dieren las cosas masticadas y sin opción de hacerlas a tu medida, usarías windows.
No me enredaré con un tutorial sobre como hacer animaciones con gimp. Aquí hay uno.
La idea es que las palabras queden "adelante" y el fondo (cielo y árboles) "detrás" en movimiento. El ovni quedará estático en el centro.
Lo primero fue separar las letras del fondo. Con la herramienta de selección rectangular cogemos el área en cuestión y la cortamos. Nos quedará un feo espacio en blanco. Busquen la herramienta de clonar y rellénenlo. Como las letras disimularán la chapuza, no me maté mucho perfeccionando el clonado.
Me quedó esto:


La selección cortada la pegué en una nueva capa y luego utilicé "herramienta de selección por color" en una de las letras. Con esto se seleccionó todo lo que fuese blanco en la capa. Invertí la selección (Ahora lo seleccionado es todo menos lo blanco) y corté. Ahora en esa capa sólo quedan las letras.
Duplicamos la capa de las letras. Luego volvemos a eso.

Con la herramienta que nos parezca mejor (Yo usé la de crear rutas) seleccionamos el ovni (Si estuviese contra un color de marcado contraste podrían usar por ejemplo la varita mágica. Ustedes prueben cosas.
Cortamos el ovni y nos queda otro agujero:


Ahora en una nueva capa pegamos el ovni y lo agrandamos con la herramienta transformación libre. Sólo lo agrandamos un poco, para que no se vea el agujero blanco del fondo. Duplicamos la capa del fondo.
Ahora tenemos dos capas de letras, dos capas del fondo y una del ovni.





En el pantallazo anterior hay una opción que taché con una claramente visible X roja (en la ventana de la izquierda). esa es la herramienta de perspectiva.
seleccionan esa herramienta y con ella arrastren un poco la capa copia del texto desde el centro. hagan lo mismo con la capa copia del fondo.
Si cambian mucho la perspectiva no quedará bien. Si le hacen poco, pues tampoco. Prueben y háganlo a su gusto.
La ventana que muestra la capa tiene unos ojitos a la izquierda de cada capa. Con eso se deja visible/invisible la capa seleccionada. Dejen visibles el ovni, la capa original del texto y la capa original de fondo. Guarden la imagen. Yo la guarde en formato jpeg.
Ahora dejen visibles el ovni, la copia de la capa texto y la copia de la capa fondo (las que fueron manipuladas con la herramienta perspectiva). Guarden esta imagen también.
Han creado dos imágenes ligeramente distintas. Esos serán los dos fotogramas con los que harán el gif siguiendo el tutorial que les dejé.





Abran una de las imágenes con el gimp y añadan la otra como capa. Utilicen la opción Filtro > Animación > Optimizar para gif.
Coloquen la transición a 100ms (Es la que viene por defecto). Guarden como .gif y cuando les pregunten seleccionen animación (sino les junta las capas en una sola imagen).
El resultado será mejor o peor dependiendo de la paciencia y la habilidad, dos cosas que yo no poseo. En el caso del fondo no solo apliqué levemente la perspectiva a toda la imagen sino que seleccioné el cielo y le apliqué una más fuerte. Es cosa de ensayo y error.
Mi resultado final ha sido este (recuerden que es la primera vez que lo intento):

El efecto no es tan logrado porque partí de una sola imagen. Pero si clican y lo agrandan se ve mejor.
Con dos imágenes distintas con un pequeño cambio de ángulo entre ellas se obtienen efectos 3d mucho mejores. Como no tenía imágenes a mano de ese tipo usé unas sacadas de wikipedia (el gif que muestro aquí es mío, distinto del de la wikipedia).

Photobucket

sábado, 9 de octubre de 2010

Hoy John Lennon cumpliría setenta años

Los Beatles marcaron un antes y un después en la música. Mis amigos heavies suelen denigrarlos hasta que los saco de su ignorancia con Helter Skelter.
Eran una gran banda, pero entre ellos había uno que brillaba con luz propia: Lennon.
Lennon era la auténtica esencia rockera de la banda y personalmente considero su carrera como solista más importante que cualquier cosa que hiciese con el cuarteto de Liverpool.
Si un enloquecido Chapman no le hubiese quitado la vida hoy tendría setenta años y quien sabe cuantas joyas más tendría hoy en mi reproductor de música.
Seguramente para homenajearlo hubiese sido mejor poner una de sus legendarias canciones.
Pero amanecí escuchando este cover del clásico "Stand by me" en su voz.


miércoles, 29 de septiembre de 2010

No digas...

No digas que el físico no es lo importante. Eso sólo lo dicen los feos.

No digas que el tamaño no importa. Eso sólo lo dicen los que la tienen pequeña.

No digas que lo importante es competir. Eso sólo lo dicen los perdedores.

No digas que el dinero no da la felicidad. Eso sólo lo dicen los pobres.

No digas que es mejor ser libre como el viento. Eso sólo lo dicen los que no
encuentran pareja.

No digas que eres "open mind". Eso sólo lo dicen los crédulos.

No digas que el profe te la tiene montada. Eso sólo lo dicen los malos estudiantes.

No digas que no te le declaras para no dañar la amistad. Eso sólo lo dicen los que saben que los van a rechazar.

No digas que lo que importa es sentirse joven. Eso sólo lo dicen los viejos.

No digas que tú prefieres lo clásico. Eso sólo lo dicen los que se quedaron obsoletos.

No digas que tus jefes no saben apreciar tu trabajo y desperdician tu potencial. Eso sólo lo dicen los que saben que nunca ascenderán.

No digas que algo tiene "Varias lecturas posibles". Eso sólo lo dicen los que no entendieron.